Chile es una sociedad adicta, una sociedad de consumidores que no se reconoce, y eso es una actitud insana.
Decir si, yo he probado muchas cosas y que tanto.
Que nadie te venga a apuntar con el dedo.
Nadie tiene derecho a pedirte un pelo para saber que mierda te has metido, asi como tampoco hay derecho a prohibirle a una mujer que aborte.
El Estado no puede tener tanto poder como para regular lo que ocurre de tu piel hacia adentro.
Ese es nuestro ultimo bastion de libertad y nadie puede tocarlo, siento que son neofacismos institucionalizados.
Si uno tiene la opcion de rechazar esa ofensiva tienen que hacerlo.
[Sebastian Campos]
[Revista Cañamo Edicion Marzo-Abril]
[Pag.39]
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