26/3/07

feliz siempre

Te abrazo y te doy un beso.

Quizas se ha convertido para mi en una necesidad.

A veces creo que lo intuyes.

Me pregunto si tu extrañaras eso cuando nos alejemos.

A pesar de todas las lágrimas, no me arrepiento de nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tomé la cuchara para revolver ese espeso líquido en el interior. Prepare esa taza durante la mañana, con frío y escuchando los golpes del agua contra el techo. No viniste, una vez más ese recuerdo mezclado con necesidad fue revuelto con las tres de azúcar de mi desayuno.

Frente a la ventana observé el gris paisaje, el mojado exterior… me acordé de ti, me acordé del ruido que hacías cuando te levantabas en la mañana, te asomabas al balcón y me dabas un beso.

Recordé aquel momento imaginario, proyectado en mi cabeza, aquel encuentro con ese rostro deslavado producto de la lluvia, aquel conjunto sin facciones, escaso de temperatura, desprovisto de sonido y de aroma.

Tras el cuadro de vidrio, quemándome las manos y con el cuerpo congelado al mismo tiempo, fumo. Me desayuno el vicio, me suicido cada mañana, me intoxico de venenos tratando de acortar esta ansiedad de no tenerte, de no encontrarte.